miércoles, 13 de febrero de 2013

La inmunología del olvido...

Tanto rebuscar me agota... sin embargo, y a pesar del deterioro que eso me ocasiona, me puedo pasar horas cómo una "yonkie" insistiendo una y otra vez hasta conseguir lo que pretendo...
Hoy resulta ser uno de esos días en los que la adicción va de abanderada, la suerte está de mi lado, y el resultado ha sido óptimo.

He leído una frase con la que no acierto a dar luz... "el olvido forma parte de nuestro sistema inmunológico".
Los que carecemos del mismo... ¿No olvidaremos jamás? 

A razón de... Podría entender muchos aspectos que amparen mi situación, que dieran fortaleza a respuestas ya conocidas y a las que negamos audiencia, podría tal vez, llegar a argumentar la insensatez y transformar ese concepto en lógico y razonable. 

Podría justificar, lo que en su momento fue injustificable para el otro, lo inexcusable, o tal vez, dar diagnóstico a los actos del pasado refugiándome en el criterio de la ciencia...

Podría conformarme y dejar de lado el instinto arrollador que me ofrece esos momentos de locura transitoria, y en los que, con plena consciencia, revuelvo cajones, armarios y atravieso paredes con suma facilidad para transportarme hasta dónde pretendo llegar.

Carezco de sistema inmunológico, eso es una flamante realidad, lo dice mi equipo médico, y lo ratifica ésta puta enfermedad...  Pero ese, no es el motivo por el que no puedo olvidar... De eso estoy segura.

Por más que el pasado se esforzaba en parecer perfecto, nunca pudo ocultar el rostro de aquella duda que convirtió todo lo vivido en una especie de nubarrón gris... El presente, aún con la expectativa escondida entre la rutina y lo cotidiano, siempre fue la respuesta... Y en él, estás tú, aunque todavía no logre encontrarte... No de la forma que quisiera.

No quiero convertirme en una de esas chicas que deja una estela de tipos estupendos tras de si... porqué simplemente no lo soy. 

Y aunque soy consciente de que, nada fija algo tan intensamente en la memoria cómo el deseo de olvidarlo, aunque sea silencioso, vivirás en mí.

La persona perfecta, no es aquella que llega a tu vida y deja todo en paz... Más bien todo lo contrario, es aquella que llega y te hace cuestionar mil cosas, que llega y cambia tu mundo sin pedirte permiso,  que sin darte cuenta marca un antes y un después...
No es en absoluto, aquel ser idealizado que toda persona  espera, es... sin lugar a dudas, esa persona común y corriente que llega y a pesar de ello, logra revolucionar tu mundo en un segundo, lo que al final la convierte en poco común y nada corriente...
Eso implica, que a pesar del sistema inmunológico de cada uno, termina siendo alguien inolvidable.

Dicho ésto... sólo sé que no hay olvido, y que la ansiedad por tocarte sigue alimentando mi alma...






No hay comentarios:

Publicar un comentario