jueves, 7 de febrero de 2013

Efímero espejismo

Quiero verte besar trémulamente mis labios de nuevo... 
Quiero oírte susurrar junto a mi oído la mentira en su exponente más lejano, la realidad en su futuro más distante. 
Prométeme la herejía de un amor atemporal, trazos de caricias virtuales sobre piel inexistente. 
Hazme prometer no dejar vacío el pensamiento, pintar con dudas un esbozo de tu miedo, señalar con sangre sintetizada un corazón que no late. 
Dame fuerzas para ser esclava y dueña de tus sueños, proveedora constante de tus anhelos, única esencia que impregna tu piel, viajera y confidente de tu ciega y vana creencia en mí. 

Mintámonos cómo dos enamorados...

Escondamos por hoy la realidad del vacío de nuestras voces, y finjamos gritar alto aquellos evangelios del sufrimiento más poderoso. 
Me dará igual que no estés, te dará igual que no exista. 
Ámame, y no importará el insustancial complejo del presente, déjame amarte y comprenderás entonces lo arcano de nuestro pecado.

Pero no me dejes nunca sin fe en ti, porque ese día y en ese preciso instante, morirá para siempre la imaginación de nuestros traviesos corazones.




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