jueves, 14 de junio de 2012

Utopía... Personal e intransferible...

Algunas noches sucede, que pienso, que la felicidad es una quimera caprichosa, traicionera y maliciosa...
Que no existe esa noche bajo un manto de estrellas inolvidable, ni la brisa tibia rozando mis hombros, ni los versos más tristes que apagan mi sonrisa, ni esa paz de espíritu que provocas cuándo estás a mi lado...
Ni esa utopía efímera y maravillosa que me acerca tu esencia...
Esa en la que me recreo... Aquella en la que, sin pautas ni condiciones, puedo tenerte tanto cómo quisiera...

Cada vez que eso sucede, entonces, te busco cómo una gata callejera que alardea de su celo, engaño al maldito destino para rastrear tus huellas borradas de mi sendero, y tras la insistencia adulterada por el deseo, logro mi objetivo: Apareces.. Surges de nuevo...

Apareces...

Ajeno a mí, aún invadiendo por completo mi piel... Lejano, aún clavándote en mis entrañas... Revoltoso, a pesar del abrumador silencio... Presente, dentro de la ausencia...

En ese instante de conciencia inventada para mi satisfacción... Sólo pretendo tu sonrisa.
Esa que me regalas por un segundo, pícara, esquiva, salada...
Esa que no logro esconder, en el baúl de los recuerdos bonitos con sello de no olvidar.

Quiero tu sonrisa regalada...

Desapareces... Te apagas ignorando mi deseo...

Enciendo un cigarrillo... Dejo enfriar el café...
Sonrío...
Y... Una mañana más, siento cómo alguien aprieta el interruptor del mundo, que vuelve a ponerse en movimiento...
Y doy la vida y el alma a un desengaño, porqué ya tengo mi pequeña dosis para seguir girando en el día de hoy...


¿Qué cosas pasan... Verdad?

martes, 12 de junio de 2012

La Toalla

Hoy tiro la toalla, sabiendo que mañana intentaré recogerla de nuevo...
¿Es tal la pasión sumergida en vahos de inseguridad temporal?...
Sé que no soportas esas connotaciones de indecisión, pero me pregunto hasta que punto uno mismo puede controlar el desdén de los sentimientos cuándo se enfrenta a un quiero y no puedo, o quizás a un puedo y no debo... o simplemente a, un puedo, un quiero, pero no sé cómo hacerlo...

Esa lucha constante e interna que uno mantiene con él mismo, ese afán sin dudas de saber que eso es lo que quieres pero que el miedo racional frena en seco...
Sé que no comprendes el por qué.. porqué ni yo misma soy capaz de desmelenar esa trenza que me ata a todo ésto después de tanto tiempo.

Hoy me digo a mí misma que debo cicatrizar... Mañana despierto sonriendo a mi conciencia y haciéndole un guiño antes de volver a caer en las redes de la esperanza.
Debo poseer un gen que caracteriza el optimismo por las cosas imposibles.
He escuchado una frase en un anuncio televisivo: "Las cosas bonitas... hay que vivirlas dos veces..."
Cada vez que tropiezo con ella, esbozo esa sonrisa pícara que me transporta hasta esas cosas bonitas...
Y de repente, acuden a mi mente esos fotogramas que un día provocaron el brillo de mis ojos, el robo de mi mejor sonrisa, el cosquilleo de una quinceañera con veinte años más de experiencia.

Y pienso en la certera y efímera utopía de esas palabras...

Deberían suceder dos veces, claro que sí... Una segunda vez que supera a una primera.
Y a solas, sigo tarareando el final del anuncio, grito en silencio: Quieres otra?... La quieres?... Vamos a por otra!
Durante escasos segundos, consigo cicatrizar llenando mis deseos de esperanza y posibilidades...


Es por eso, que mañana... Volveré a recoger la toalla.

sábado, 2 de junio de 2012

Empezar de nuevo... Una y otra vez

Siempre he oído, que todos los finales, son también un nuevo comienzo... Es sólo que nunca nos damos cuenta.

Quiero creer en la certeza de esas palabras...

Es más... He decidido esforzarme para que la realidad de las mismas sea palpable, aunque eso implique, que de vez en cuando, mire hacia atrás para cerciorarme de todo aquello que dejó de ser para reinventarse en algo nuevo que disfrutar...

Hoy es un buen día para eso...