En esta noche me he dedicado a volar cómo el pájaro libre…
Me he despojado hasta de las plumas, para lanzarme al vacío,
y… a pesar de ser más ligera mientras caigo, la piel hierve y la entrepierna se
moja…
Esta noche, si que he dado contigo…
He bajado mi vuelo planeando lentamente al encontrarte…
Quiero sentir que lenta y suavemente me acaricias, y aunque
sea yo la que te pida que me folles.... no lo hagas y sonrías…
Hazlo más lento, hasta volverme loca… quiero que me
obligues a buscar tu polla erecta y me la muestres a punto de reventar…
Quiero ver tus ojos inmutables clavados en mí, con el amago
de dar esa orden precisa...
Y, que tu lengua me recorra lentamente… desmontando mi
cuello, provocando mis pezones, recorriendo cada centímetro de ésta piel vampírica
por cada movimiento de tu boca…
Quiero que me devores hasta que la sensibilidad no me deje
aguantar más, hasta que me corra una y otra vez entre tus labios y tus
manos...
No hace falta que te pida que me la metas... Porqué Tú,
cabrón del infierno, me sonríes hasta volverme loca… Porqué sabes que esa
maldad es más productiva, más lasciva, más excitante…
Me despierto... Aún sin abrir los ojos, tu imagen en mi
retina.
Lo llevo pegado a ésta piel sudorosa y empapada…
Olor a semen, a fluidos, a sudor, a pasión...
A que huele la pasión?
A ti… A follarte y a follar cómo perros en celo, en cualquier
parte, de cualquier forma, obviando todo lo que rodea.
Huele a gemidos, a suspiros entrecortados, a palabras
malsonantes que provocan el delirio de una excitación extrema... Huele a que tú
lo sabes, y que yo lo sé…
Se oloran esas mentes sucias que se desgarran en una mirada…
A qué saben los gemidos?
A dulzura con rabia, a condena con libertad, a noche con
día...
A ti... sólo a ti.
Buenos días Pecado Indomable…
Un beso y una flor…
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