martes, 26 de marzo de 2013

Amante Fantasma


Cuándo me quedo a solas, me acomodo en mi lecho, y como ráfagas de un aire cálido, llegan a mi mente imágenes de un sueño que me sobresaltan…

Un espacio desconocido… Un aroma embriagador… Una silla… Un torso desnudo…
Descubro a mis manos inquietas buscando su sexo… El sexo de aquel que no tiene rostro…
En la penumbra de una alcoba, mi cuerpo se excita, y es cuándo me percato de la sensación…
Invade por completo mi espacio, su esencia juguetea con mis sentidos alborotando mis deseos, enervando los placeres ocultos convirtiéndolos en casi prohibidos…
Un anhelo de libertad me somete a esa lujuria, y reclino cualquier posibilidad de rechazo ante tal proposición…

Mi cuerpo se estremece con el turbio recuerdo… No existe un fotograma nítido, no existe una imagen clara…
Sin embargo, y como látigos devastadores, mi piel percibe una sensación tan palpable!

Intento y no puedo recordar más detalles de ese sueño… Necesito poner un rostro a ése deseo…
Maldigo en ese instante a mi memoria…
La sensación persiste…
Una ducha despejará mi mente de tal oleaje…
Cierro los ojos, abrazo mis pechos y los elevo al agua… Fatídico error…
El frío del agua y el calor de mi piel provocan estallidos de humedad en lo cálido y ardiente de mi intimidad.
Percibo su presencia… no me queda más que abrazarlo y sentirlo temblar.
En mi rostro, siento su aliento que quema… Me sumerjo en su boca, ávida de deseos, con besos fuertes, poderosos, intensos…
Siento que me desea tanto, que no va a parar hasta hacerme presa fácil de sus instintos… esos que desatan todas mis pasiones dormidas.

Siento el sudor que recorre la suavidad de su piel…
Muero de sed.

Siento el placer y los gemidos que me arranca con sus dedos, cuando hurgan en lo escondido de mi ser…
Cuando llegan y se quedan… Cuando salen y regresan provocando espasmos de dicha.
Mis manos se pierden en su cuerpo, se enloquecen con lo pronunciado de sus curvas varoniles.
Abandona mi boca para navegar por mi cuerpo, por mi piel desnuda…
Descubre mi sensibilidad… sus labios me devoran sin parar, sin piedad…
Su lengua caliente descubre mi apetito por él, en un salvaje ir y venir… de arriba abajo… correteando por los oscuros rincones de mis deseos.
Se eleva y me abraza, y con una pasión tal que desgarra el alma, me alza sobre su vientre…
Me besa con locura… me viste con su piel…
Su sexo está rígido, su humedad es la mía… 

Y se pierde en mí…
Hace que me pierda en él…

Me tortura con su poder… y se incrusta para siempre en mis más oscuros delirios.
Oleadas de gemidos y placer se escapan de mis labios… Gruñidos de pasión…
Siento morir de ansiedad en sus brazos.
Sus manos, enredadas en mi cuerpo sacuden mis instintos en cada estocada, recorriendo cada recoveco…
Y cabalgo con desenfreno en pos de la victoria.

Tan sumergido, tan profundo en mí, que debo morder mis labios para no dejar escapar una sola licencia más sobre mis deseos.
La saciedad llega de la mano de jadeos, movimientos rítmicos, espasmos, explosiones calientes que queman el interior de mi infierno rojo…
Carnes fundidas en una unión perfecta e infinita… en un mismo suspiro creado en las entrañas… en un mismo latido que desemboca en la sordidez de un grito…

Y la calma… el sosiego… regresa al ambiente.

En mis labios… el sabor de su cuerpo…
Sobre mi piel… Caricias templadas…
La sensación de su presencia aún está presente en mí.
Dudo si realmente fue un sueño.
Amante fantasma…
Ésta mañana anduvo en mi cuerpo.




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