miércoles, 30 de enero de 2019

No soy esa mujer...

He tardado bastante tiempo en darme cuenta del porqué de todo ésto.
Nadie se ha enamorado de mí porque no soy el tipo de mujer de la que te enamoras.

Soy complicada.

No puedes simplemente, entender mi forma de amor y empaparte de ella, porque no es la dulce habitual que demuestra cualquier persona.
Llega a ser un amor racional, equilibrado, lleno de pequeñas cosas de a diario, sin muchas promesas a largo plazo, con abrazos y besos en la frente al final del día, cosquillitas y con un buenos días Princesa esperado cada mañana...
Es ese amor que no es fácil, porque también tú tendrás que ceder, y eso te costará...
Te costará porque no entenderás mi forma de quererte, porque quizás, no sea pastelosa ni llena de fresas y flores y alhagos...

Porque suelo querer a través de la lucha diaria, del reconocimiento del esfuerzo, del apoyo incondicional, de compartir las decisiones y tomarlas apretándote la mano fuerte para decidir.
Mientras, me prepararé por si algo falla, para estar ahí cuando te caigas...
Puede que decidas marcharte de mi lado porque encontraste a una chica que te satisface en vez de una mujer que te desafíe intelectualmente y te haga pensar.
No soy esa mujer a la que tienes que proteger, porque aparento no ser tan frágil cómo para romperme.
Estoy endurecida. Las hostias te endurecen. Tengo cicatrices de batalla que quizás se parezcan a las tuyas.
Y no me avergüenzo de ellas. Son mías y son parte de mi historia.
Probablemente, termino siendo esa mujer que respetas, o esa mujer a la que admiras. O la mujer que te gustaría encontrar en casa cuando llegues del trabajo.
La mujer que buscas cuando necesitas fuerza y apoyo, pero no soy la mujer de la que te enamoras...

No soy la chica con la que quieres pasar horas simplemente mirándola.
Esa chica que es tan delicada, que te dan ganas de pelear contra el mundo por ella.
No. Soy fuerte, tozuda y peleona.
No voy a caminar detrás de ti, voy a caminar contigo.
Voy a empujarte tanto, o más, de lo que me empujo a mí misma.
No soy la mujer de la que te enamoras, soy esa mujer a la que aprendes a amar pero a la que no sabes cómo demostrárselo, y por eso, nunca te vas a quedar a su lado...

 Y no me siento bien con eso...


No hay comentarios:

Publicar un comentario